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La próstata

La próstata es una glándula (órgano que produce y segrega algún fluido), que tiene exclusivamente el varón, que está situada a la salida de la vejiga, en contacto con el recto y atravesada por la uretra, los conductos eyaculadores (que transportan los espermatozoides) y las vesículas seminales (que producen y almacenan el líquido seminal). Es decir, que se encuentra en la encrucijada urinaria, seminal, sexual y rectal. Por tanto sus alteraciones pueden afectar a cualquiera de estas áreas.

Su función principal es la de producir parte del líquido seminal que servirá de vehículo a los espermatozoides.

Se la compara en la forma a una castaña invertida y tiene un peso aproximado de unos 15-25 cm3.

 

¿QUÉ ENFERMEDADES LE AFECTAN?

La próstata se afecta fundamentalmente por tres enfermedades:

La prostatitis, que es la infección de la glándula prostática, por gérmenes específicos del grupo de los llamados Gram negativos,. Puede ser aguda, que es la forma más frecuente y de síntomas más claros, o crónica, que es menos concreta en sus manifestaciones y en su diagnóstico. Ambas deben dar cultivos de orina y/o de semen positivos para ser consideradas como tales prostatitis.

La HBP (Hiperplasia Benigna de Próstata), también conocida como Adenoma de próstata, que como su nombre indica es el crecimiento benigno de la próstata, que es lo que popularmente se entiende como «padecer de … o tener próstata». En este crecimiento puede alcanzar distintos tamaños, que en contra de lo que pueda pensarse no está en absoluto relacionado con los síntomas que produzca, es decir, que no hay una relación directa entre tamaño de la próstata y gravedad o intensidad de los síntomas que se padecen.

El cáncer, que es el crecimiento maligno de la glándula, que a diferencia de la HBP, es un crecimiento nodular, o sea que no afecta a toda la próstata, sino a partes de la misma aunque en los estadios avanzados pueda afectar a todo el órgano.
El cáncer puede tener distintos grados de malignidad que condicionan la velocidad de progresión o avance de la enfermedad, de forma que los menos malignos son de crecimiento y progresión muy lenta, y los mas malignos pueden evolucionar en meses, condicionando la supervivencia del paciente. Así pues hay muchos hombres que mueren de cualquier causa y que en los estudios de autopsia se les descubren cánceres de próstata sin que nunca les hayan dado síntomas.

¿A QUIENES AFECTA?

Las enfermedades de la próstata afectan de manera desigual a los distintos grupos de edad de los varones.

La prostatitis suele afectar mayormente a los pacientes jóvenes en la década de los treinta años, auque también puede afectar otros grupos de edad. No suele haber ninguna causa desencadenante.

En cambio tanto la HBP como el cáncer sólo afectan a pacientes de edad mas avanzada, de forma que son enfermedades muy raras por debajo de los 50 años y prácticamente inexistentes por debajo de los 45 años. El riesgo de padecer ambos procesos se incremente linealmente con la edad, de forma que mientras mas años se cumplen mayor es la incidencia de estas patologías y mayor la probabilidad de padecerlas. Siempre se ha dicho que se viviera lo suficiente todos los varones acabarían con un cáncer de próstata.

De estas enfermedades tampoco se conoce causa alguna, sólo se sabe que dependen de los andrógenos (hormonas masculinas) y de la edad. Últimamente se habla de factores de riesgo familiares, raciales y dietéticos. La ingesta de grasas animales parece aumentar el riesgo de cáncer de próstata. Por otro lado parece que la ingesta de tomates, soja y frutos secos disminuye el riesgo de padecerlo.

 

¿QUÉ SÍNTOMAS PRODUCE?

Las tres enfermedades, junto con las Estenosis de uretra (estrechez ) producen síntomas muy parecidos, de forma que todos ellos se engloban, hoy día, en un mismo cuadro que se denomina síntomas del aparato urinario inferior.

Estos síntomas pueden ser de dos tipos:

Síntomas obstructivos: Retardo en iniciar la micción. Chorro flojo, débil o entrecortado. Dificultad para orinar. Orinar gota a gota. Retención urinaria o imposibilidad total para orinar.

Síntomas irritativos: Polaquiuria o aumento de la frecuencia miccional. Nocturia, orinar muchas veces de noche. Disuria o dolor al orinar. Urgencia. Goteo abundante después de orinar. Tenesmo vesical, sensación de ganas de seguir orinando después de haber terminado. Dolor en el bajo vientre.

En las Prostatitis se añade también la fiebre.

 

¿CÓMO SE DIAGNOSTICAN?

Lo primero que nos pone en la sospecha de la existencia de alguna de estas patologías son los síntomas que hemos relacionado mas arriba.

Una vez que tenemos la posibilidad de que el paciente tenga alguna de estas enfermedades hay que hacer diferentes pruebas según la patología.

-Prostatitis: Hay que hacer un tacto rectal que demostrará una próstata algo aumentada y sobre todo muy dolorosa.

Un análisis de orina y de semen con cultivo, para ver que tipo de germen hay y que antibiótico es el específico.

La HBP se diagnostica además de por los síntomas por: Un tacto rectal, que demuestra una próstata aumentada, lisa, no dolorosa, de bordes nítidos y simétrica. Un análisis de orina que debe ser normal. Una Flujometría (medida de la cantidad de orina por segundo que se elimina), que debe demostrar un patrón obstructivo, o sea que el flujo esté por debajo de 10 mililitros por seguno. Una ecografía que sólo nos demuestra el tamaño prostático, no demuestra si hay malignidad ni el grado de intensidad de los síntomas; sólo sirve para decidir la via de abordaje en caso de que sea necesario operar.

El cáncer, que presenta los mismos síntomas, además de: Un tacto rectal, en el que se palpa un nódulo duro, o toda la próstata dura, según la evolución; próstata irregular, fija, no dolorosa. Un análisis de orina normal. Una Ecografía que no demuestra ningún signo propio de cáncer, sólo agrandamiento prostático.

Una mención especial hay que dedicársela al Antígeno Específico Prostático, más conocido por todo el mundo como PSA. A este respecto tenemos que decir, que el PSA se puede elevar en cualquier enfermedad que afecte a la próstata, en las infecciones urinarias, en el sondaje vesical, etc. además por supuesto del cáncer. Se dan cifras como normales hasta 4 ngrs./ ml, pero puede darse cáncer en cifras menores, y puede no haberlo con cifras superiores, es decir, que no hay ninguna cifra de PSA con la cual podamos asegurarle a un paciente que no tiene un cáncer, ni hay ninguna cifra alta con la cual podamos asegurar que lo tiene. Por tanto el PSA sólo se debe pedir a pacientes que estén entre 50 y 70 años, pero que tengan síntomas de tener alguna enfermedad prostática, y ser valorado por un especialista.

El diagnóstico de Cáncer, solo se puede asegurar mediante una biopsia de la próstata y el análisis microscópico de la pieza.

¿CÓMO SE TRATAN?

-La prostatitis, se trata con antibióticos según el cultivo que se haya hecho. Si no hay cultivo se pone un derivado de las quinolonas que son los que mejor llegan a la próstata. El tratamiento debe ser prolongado para que quede bien curado, ya que las infecciones prostáticas se reactivan con facilidad.

-La HBP se trata de dos maneras:

Tratamiento médico: Para lo cual hay fundamentalmente tres grupos de medicamentos, que no son excluyentes, o sea que se pueden usar asociados:

Fitoterapia: Son medicamentos hechos a base de extractos de plantas. Tienen un mecanismo de acción poco conocido y tienen un gran efecto placebo (de efecto psicológico).
Alfabloqueantes: que son un grupo de medicamentos desarrollados para el tratamiento de la hipertensión arterial, pero que se ha visto que además tienen un importante efecto para la relajación de la musculatura lisa de la próstata, cuello vesical y uretra prostática, con lo cual favorecen la evacuación de la orina. Actuan sobre todo en los síntomas irritativos que mencionamos antes.
Inhibidores de la 5-alfareductasa, de los que sólo hay dos preparados que son el finasteride y el dutasteride. Son productos de cierto efecto hormonal ya que impiden la conversión de la testosterona en dihidrotestosterona que el es principio activo de las hormonas masculina.

En cuanto al tratamiento médico tenemos que decir que no es curativo, solo sirve para mejorar los síntomas, pero la próstata sigue si evolución natural. Además estos tratamientos deber ser de por vida.

Tratamiento quirúrgico, es la extirpación de la próstata. Está indicado realizarla cuando no desaparecen los síntomas con el tratamiento, cuando se sangra, si se tienen infecciones frecuentes, si hay retención de orina, si hay patologías acompañantes como cálculos vesicales o divertículos. Puede ser de dos maneras:
Cirugía abierta: que se realiza mediante apertura del abdomen y la vejiga para extraer la próstata, pero sólo la parte crecida, que es la que obstruye el paso de la orina.
Cirugía endoscópica: que es la extirpación de la parte crecida a través de la uretra. Es lo que se conoce como Resección Transuretral de Próstata o RTU. Es una técnica más cómoda, de menor postoperatorio, menos riesgos.

Otras opciones como el laser, vaporización, etc. son técnicas aun en desarrollo y no extendidas a la práctica clínica diaria.

-El cáncer tiene distintas modalidades de tratamiento según el estadio o la evolución (más o menos avanzada) de la enfermedad.

Estadios iniciales o precoces: En estos momentos se pueden ofertar al pacientes modalidades radicales de tratamiento como son: Prostatectomía radical, que es la extirpación completa de la glándula junto con las vesículas seminales. La radioterapia externa (corrientes) que es la radiación de toda la próstata con intención de destruir el tejido tumoral, aunque también se destruye el tejido sano. La braquiterapia, o radiación interna, mediante la colocación en la próstata de múltiples semillas de un compuesto radiactivo, que va liberando la radiación lentamente hasta destruir el tumor y otros tejidos. Cualquiera de las tres modalidades, si está bien indicada puede ser curativa.

Estadios localmente avanzados, cuando la enfermedad sobrepasa la próstata, pero no hay extensión en otros órganos, no hay metástasis. Se puede utilizar:
Radioterapia, para eliminar en lo posible el máximo de tejido tumoral. A veces es conveniente dar previamente dos ciclos de tratamiento hormonal que comentamos a continuación.
Hormonoterapia, que consiste en eliminar las hormonas masculinas mediante la administración de otra sustancia hormonal que impide la producción de la testosterona y así se produce la muerte de las células tumorales, ya que como dijimos al principio el cáncer de próstata es dependiente de las hormonas.

Estadios avanzados o con metástasis, que es cuando el cáncer afecta a otros órganos, especialmente los huesos y los ganglios. En estos momentos sólo es efectiva la hormonoterapia, aunque no es curativa, ya que tarde o temprano el tumor, digamos que se hace resistente al tratamiento y este deja de ser efectivo, teniendo que recurrir entonces a otros tratamientos complementarios que son puramente paliativos.